lunes, 8 de junio de 2015
Importancia de la planeacion estratégica en el banco de los pobres
Para poder abordar este tema se hace necesario aclarar un concepto tan “básico” como ¿Qué es la pobreza? Pero que cobra gran importancia y vitalidad en este estudio, conocer un poco de la historia del fundador de este banco el premio Nobel Muhammad Yunus, para después explicar de qué forma este personaje ha contribuido a la disminución de la pobreza mundial, cuáles fueron sus aportes y cómo estos aportes se han ido implementando a través de los años en muchos países del mundo y en particular el nuestro (Colombia).
Como primera medida definiremos la pobreza como la situación o condición socioeconómica de la población que no puede acceder o carece de los recursos para satisfacer las necesidades físicas y psíquicas básicas que permiten un adecuado nivel y calidad de vida tales como la alimentación, la vivienda, la educación, la asistencia sanitaria o el acceso al agua potable. También se suelen considerar la falta de medios para poder acceder a tales recursos, como el desempleo, la falta de ingresos o un nivel bajo de los mismos. También puede ser el resultado de procesos de exclusión social, segregación social o marginación. En muchos países del tercer mundo (como Colombia), la situación de pobreza se presenta cuando no es posible cubrir las necesidades incluidas en la canasta básica de alimentos o se dan problemas de subdesarrollo. Según el Informe de Desarrollo Humano de 2014 del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) uno de cada cinco habitantes del mundo vive en situación de pobreza. Es decir, 1.500 millones de personas no tienen acceso a saneamiento, agua potable, electricidad, educación básica o al sistema de salud, además de soportar carencias económicas incompatibles con una vida digna.
Teniendo claro este concepto conoceremos un poco de la historia del premio nobel Muhammad Yunus, un joven estudiante de Ciencias Económicas que vivía en Bangladesh cuando aún no se llamaba Bangladesh, se fue a estudiar a Estados Unidos y mientras estuvo fuera hubo una guerra en su país. Aquello terminó en independencia, pero a un alto precio: "Se había derramado mucha sangre y el país estaba en ruinas. Se tuvo que empezar desde cero, pero había un entusiasmo enorme. Porque era posible construir una sociedad hermosa.
Contagiado de esa euforia, el doctor Muhammad Yunus abandona su vida americana y un prometedor futuro profesional. Acepta la dirección del Departamento de Economía en la Universidad de Chittagong (Bangladesh). Confía en que sus conocimientos pueden ayudar a construir un país mejor, pero pronto se topa con la realidad: "Como en todos los países de reciente independencia, la euforia se convirtió en una pesadilla muy rápidamente".
En 1974 una hambruna asoló Bangladesh. El joven profesor Muhammad Yunus, en su recorrido diario hacia la Universidad, pasaba por aldeas donde la miseria era extrema. "Hay muchas maneras de morir, pero el hambre es la peor. Llega un momento en el que ya no se distingue entre una persona viva y una muerta, el proceso es tan gradual que todo se difumina". Pronto Yunus no puede soportar el contraste entre el ambiente universitario y la desolación que le rodea. La diferencia entre teoría y práctica era demasiada. "Cuando uno tiene que ver cómo la muerte llega a los que están a su alrededor, se pregunta: ¿qué es la vida, de qué trata? Además si estás enseñando en la Universidad todas esas teorías económicas tan elegantes que no tienen significado alguno para la gente que te rodea, sientes que no vales nada. Te sientes vacío como ser humano".
Fue en este punto que Yunus decide abandonar las teorías que había aprendido en la universidad para enfocarse en la realidad que lo rodeaba, el hecho de que hubiese tanta pobreza a su alrededor y que no pudiera hacer nada para resolverla se convirtió en un dilema que lo aquejaba, fue entonces cuando decidió prestar dinero a los más pobres, la primera vez que lo llevo a la práctica lo hizo a través de un banco local ofreciéndose como aval, debido a la desconfianza que tenían los funcionarios de dichas entidades para invertir sus activos en personas que según ellos no tenían con que responder por la obligación, el préstamo de dinero y su respectiva devolución fue todo un éxito, el director del banco sin embargo, lo atribuyó a la suerte, Entonces Yunus decidió que, ya que en el banco no le hacían caso, montaría su propio banco, a su manera. El gobierno puso el grito en el cielo con un argumento evidente: bastantes problemas hay dando dinero a los ricos, porque no lo devuelven, como para dárselo a los pobres. Pero Yunus fue inflexible y después de dos años insistiendo consiguió el permiso para abrir el Grameen Bank (literalmente, el banco del pueblo).
Actualmente, el revolucionario Muhammad Yunus ha exportado la fórmula Grameen a muchos sitios, partiendo de la base de que las condiciones culturales, geográficas y climáticas pueden variar, pero los pobres tienen los mismos problemas en todo el planeta, los microcréditos se aplican con éxito en más de sesenta países de Asia, Africa, Europa y América. Muchos países desarrollados la han adoptado, en lo que supone "una transferencia tecnológica del Tercer Mundo al Primero" sin antecedentes.
Pero ¿Cómo se logró aplicar esto en Colombia?... fue el día lunes 8 de junio de 2009 que se firmó en Cartagena el acuerdo entre el Premio Nobel y Luis Carlos Sarmiento Angulo, presidente del Grupo Aval, durante la Cumbre Regional de Microcrédito. “A través de esta alianza continuaremos invirtiendo en actividades generadoras de ingresos lideradas por nuestros deudores humildes pero confiables. Si podemos mejorar en algo de productividad y los ingresos de los 4.000 millones de pobres en el mundo, habremos ayudado a un crecimiento real sólido y sostenible”, comentó Muhammad Yunus. “La idea es construir una organización sin ánimo de lucro para poder aprovechar la experiencia del profesor Yunus. La entidad que se crea es independiente de los bancos y es una herramienta para combatir la pobreza. Sin embargo, no descartamos la posibilidad de transformarlo en un banco”, afirmó Luis Carlos Sarmiento Angulo.
La actividad del Grameen en la fundación se inició en el segundo semestre del 2009. Los primeros beneficiarios fueron los desplazados, los desmovilizados de los grupos armados, los vendedores ambulantes y las mujeres cabezas de familia.
El primer lugar beneficiado fue la localidad de Simón Bolívar, en Bogotá. A partir de los resultados pudo a expandir el modelo a otras ciudades como Medellin, bajo la administración del Grameen. El método consiste en proveer créditos sin garantías y con la mínima documentación necesaria, a clientes pobres, “lo que vale es la palabra del deudor” asegura el profesor Yunus. El pago de estos créditos depende en gran parte de la confianza entre individuos de una misma comunidad conformada por un grupo de cinco deudores. Entre ellos mismos se encargan de vigilar el comportamiento del grupo.
Los requisitos para solicitar el microcrédito son los siguientes:
Ser menor de 64 años y mayor que 18.
Ubicación del negocio en la misma en la misma ciudad o corregimiento donde se solicita.
Pertenecer a los estratos uno, dos o tres.
Presentar la cuenta de servicios de la residencia.
No estar reportado en centrales de riesgo (Procrédito y/o Datacrédito) por un monto superior a $1.000.000.
No tener deudas vigentes con bancos, corporaciones o entidades no gubernamentales.
Destinar el crédito única y exclusivamente para proyectos productivos.
Tener un codeudor.
Codeudor
Ser menor de 64 años.
Vivir en el Área Metropolitana.
No estar reportado en centrales de riesgo (Procrédito y/o Datacrédito).
Hoy día, estos préstamos han cambiado la historia de muchas personas no solo en el territorio colombiano sino en muchos países del mundo, Un ejemplo exitoso es Turquia. Grameen llegó a Turquía en el 2003 y ha obtenido resultados positivos, “Estamos teniendo mucha ayuda del sector privado porque el modelo ha sido un éxito. Actualmente les estamos prestando a 24,000 mujeres, tenemos presencia en 39 ciudades de las 81 que existen en Turquía, además contamos con 41 sucursales y la meta es llegar a las ciudades que faltan dentro de los próximos cinco años”, comenta Maya Ondalikoglu, Program Manager para Turquía del Programa de Microcrédito Grameen. Además, que requiere menos formalidades que los de un préstamo habitual, van destinados a personas de estratos 1,2 y 3 lo que garantiza de una u otra forma que la población que los necesita pertenece a la más vulnerable del territorio colombiano, lo cual ayuda a erradicar la pobreza del país. Todos los componentes que se mencionaron en la introducción y que fueron desarrollados, cobraron una gran importancia al momento de comprender porque se creó un banco para los pobres, cuál era su finalidad, y como este podía contribuir en el mejoramiento de la calidad de vida de los colombianos.
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